El 30 de enero de 2000 es una fecha que difícilmente podrá olvidar José Antonio Reyes. Marcos Alonso, entrenador del Sevilla por esa época oscura a sólo un año del cambio de siglo, decidió dar entrada en La Romareda (el Sevilla perdió 2-1) a un niño de la cantera por un veterano como Nando. Con sólo 16 años se iba a convertir en el futbolista más joven hasta aquella fecha en debutar en la Primera División.