Había cerrado, cuatro días antes, su primera temporada como sevillista con unos números de vértigo. Fue el jugador más utilizado por Emery para la competición 2014/2015, con un total de 4.096 minutos, de los que 2.713 fueron en Liga, por delante de Carriço y Bacca. Líder indiscutible en tareas defensivas con 300 robos de balón, se coronó como el cuarto hombre que más disparó entre los tres palos y el que más pases dio… Krychowiak se convirtió, no sólo por estas cifras, sino por su compromiso, en el abanderado de un Sevilla al que defendió sobre los terrenos de juego por encima de todo, con tobillo hinchado y nariz rota, incluidos. El jugador que todo técnico desea para su equipo, aquel que lo quiere jugar todo y al que, de hecho, Emery ha tenido que frenar en alguna que otra ocasión.