El Sevilla FC era un nuevo rico. De los tiempos en los que todo ahorro era bien venido se pasaba a una etapa de bonanza financiada por la recalificación de los terrenos aleñados al estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Con dinero en la caja y tras muchos fracasos deportivos, tocaba ir al mercado con la cartera llena. Ya saben, con dinero es más complicado equivocarse. Pues en eso estaban Luis Cuervas y sus hombres, en potenciar todas las líneas. Delanteros, medios, defensas y porteros de primer nivel estaban en el punto de mira de los rectores sevillistas. Y si de fichajes sonoros hablamos, toca recordar uno que cumple estos días 25 años. Un cuarto de siglo. El de Rinat Dassaev. Un refuerzo complicado de cerrar y con un final que nada tuvo que ver con la expectativa levantada con su desembarco en la capital andaluza el 21 de noviembre de 1988.