El Sevilla lleva en la Copa del Rey una trayectoria casi inmaculada: 6-1, 6-2, 4-0. No son los guarismos de un partido de tenis en Wimbledon o Roland Garros, son los parciales conseguidos por el equipo nervionense ante Espanyol, Mallorca y Zaragoza, a los que ha vapuleado de manera inmisericorde para plantarse por 18ª vez en su historia en la penúltima ronda del torneo del KO.