El y su hijo Francisco habían llegado al estadio del Sevilla para presenciar el duelo de la UEFA Europa League entre el conjunto de Nervión y el Akisharspor turco. El otro objetivo de su visita a la capital de Andalucía lo dejaban claro en la pancarta que portaba el joven de 12 años: “André, vengo desde Oporto para tener tu camiseta”.