La familia política de Rakitic es sevillista hasta la médula. El abuelo de su mujer quiso morir con el reloj del equipo puesto: “Si me voy, me voy con mi club”. Su suegro, además, le advirtió que no cambiaría de bufanda. Nada más cerrarse su fichaje con el Barça en 2014, le aclaró: “Vale, buena suerte. Pero cuando juguéis contra el Sevilla… Pues lo siento”.