Según el Sevilla, la actitud de los seguidores ingleses fue en todo momento correcta y el dispositivo de seguridad público y privado se limitó a ejercer los controles oportunos. En estos controles se detectaron aproximadamente 200 entradas falsas que no daban acceso al estadio y cuyos portadores no pudieron acceder al mismo, algo que se había advertido formalmente al club británico con ocasión de las reuniones de seguridad que se han tenido desde el pasado septiembre, según las mismas fuentes. El Liverpool informó este miércoles que ha abierto una investigación con el fin de aclarar las quejas de un grupo de aficionados de su equipo, que ha acusado a la policía y a los servicios privados de seguridad del Sevilla de malos tratos.