Muriel, Franco Vázquez, Corchia, Sarabia, Mercado… Varios jugadores tenían motivos sobrados para estar felices personalmente por haberse reivindicado después de distintas dificultades y todos antepusieron la confianza del colectivo a la alegría particular. Quizás el más llamativo fuera Muriel, cuyo buen gol premió el trabajo sordo de todo el partido después de tantas críticas recibidas.
