Hombres como Paulo Henrique Ganso, sin sitio, y Joaquín Correa o Luis Muriel, entre algún otro, a los que en Nervión consideran transferibles, al igual que Guido Pizarro, quien ha vuelto al Tigres de México a cambio de lo que costó. La idea, conseguir una liquidez extra con la que el club poder volver «a apostar fuerte en lo económico para confeccionar una plantilla de alto nivel», tal y como ha reflejado el presidente José Castro.