La eliminación de la Copa del Rey el pasado miércoles ante el Atlético de Madrid ha podido instalar un clima de decepción en la grada. La cercanía de una nueva final, y el hecho de que se haya esfumado una oportunidad de dejar cerrada la clasificación para disputar competiciones europeas el próximo año, pueden llevar a cierta parte del sevillismo a pensar que la temporada se le puede hacer un poco larga a sus jugadores, y que, incluso, no hay mucho por lo que ilusionarse en lo que resta de campeonato liguero.