Con Fazio y Spahic, en el eje de la zaga, los nervionenses habían logrado la pareja ideal de centrales, si bien los motivos de la mejora de rendimiento radican en una labor conjunta. En este momento las sensaciones han dado un leve giro fundamentado por dos motivos bien diferentes. El primero es la inesperada marcha de Spahic al Anzhi. El bosnio se había convertido en el líder de la defensa y había dotado de cierta seguridad al siempre dubitativo Fazio, que también había mejorado sus prestaciones. Tras compartir pareja con Botía en Barcelona con un resultado medianamente satisfactorio, la semifinal de Copa era una prueba de fuego para comprobar la fiabilidad sevillista con este dúo.