Pablo Sarabia va cogiendo voz de veterano. Pese a su todavía juventud, es de los jugadores más respetados en el vestuario. Amigo de todos y con un rendimiento notable en la hierba. Sus números son incontestables. Todo es tranquilidad hasta que al mirar su cláusula se vislumbra el peligro: 18 millones. «Como está el mercado genera un poco de intranquilidad», confiesa. Está a un partido de su centenario en Nervión, pero el madrileño mira más allá. «Esperemos que se resuelva pronto este asunto y así dejemos de estar intranquilos todos», matiza.