Su salario, de 1,8 millones de euros netos, no lo afronta casi ningún equipo, y en el Sevilla aspiran a intentar encontrar alguien que se lo pague para que Ganso acepte irse. Ya no tienen ni muchas esperanzas en recuperar gran parte de lo invertido en él (10 millones de euros), y se contentarían con ahorrarse su ficha en las tres temporadas que aún le quedan de contrato. El futbolista no parece estar muy nervioso por enfrentarse a una temporada más sin rascar bola, algo que forma parte también de la táctica de desgaste, por cuanto Ganso quiere mantener su salario en el conjunto de Nervión allá donde vaya.
