La situación actual es que se mantiene una discrepancia entre los clubs ya que el Barça exige más al Sevilla de la oferta presentada. El club azulgrana se ha marcado desde el primer momento que el precio que quería percibir por una salida de Aleix Vidal sería de 10 millones de euros y actualmente el club azulgrana no considera suficiente la oferta de una parte fija y la otra variable presentada por el conjunto hispalense.