El segundo año después del adiós de Monchi está siendo duro en el Sevilla. La sombra del mejor director deportivo de la historia de la entidad sevillista es muy alargada. Después de una década de grandeza y haber alcanzado los cuartos de final de la Liga de Campeones por primera vez en su historia en el pasado ejercicio, en el Sevilla se respira un evidente clima de crispación. El gestor del nuevo proyecto, europeo a medias pues está en plena disputa de las previas de la Liga Europa, es Joaquín Caparrós. El director deportivo debe ilusionar de nuevo a un sevillismo que ve cómo su eterno rival, el Betis, vive en la tranquilidad y la comunión absoluta con el credo del director deportivo, Lorenzo Serra Ferrer, y el entrenador, Quique Setién.