Hubo dos partidos. Uno, el que duró 66 minutos y en el que Sevilla y Betis mostraron, cada uno como pudo, su filosofía de juego con ocasiones para ambos lados, la más clara, para un Mercado que remató fuera de cabeza cuando estaba sólo, y otro duelo bien distinto cuando el colegiado expulsó a Roque Mesa a falta de 24 minutos ante el estupor de los sevillistas. El partido se acabó ahí para el Sevilla porque el Betis recobró el oxígeno. Los de Machín perdieron los espacios y Joaquín, que había entrado unos minutos antes, puso su sello con el único tanto del duelo.
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