Durante los últimos doce meses, el Sevilla FC ha pecado de excesiva transparencia en las negociaciones. Y esta transparencia, en más de una ocasión, ha generado frustración con consecuencias negativas para la imagen de los dirigentes y críticas a la destreza de éstos en el mercado. El Sevilla tiene una plantilla capaz de cumplir los objetivos del club, pero la publicidad de las negociaciones ha generado una visión negativa sobre el mercado de verano que los dirigentes y el entrenador pudieron evitar.