El sevillista quiere muchos diítas como éstos. Fútbol a una hora decente, quizá un poco más tarde sería más cómodo, un equipo con altas miras y la posibilidad de superar al Barcelona y colocarse líder absoluto del campeonato. Lo que se pone en juego hoy va mucho más allá de tres puntos. Supone dar otro golpe a la Liga, meter otra telera de pan en la talega y decir a todos los demás rivales que para bajar al Sevilla de ahí arriba habrá que pegarle un tiro. La visita del Valladolid supone otra vuelta gozosa de un parón FIFA y el sevillismo tiene preparadas las palmas para celebrarlo.
