El comunicado de Accionistas Unidos reza lo siguiente:
“Aún hay expectativas de que los siete propietarios mayoritarios del capital social del Sevilla FC (Castro, Carrión, Del Nido, Alés, Guijarro, Sevillistas Unidos-2020 SL y Miñán) RECTIFIQUEN por “preservar el bien común” que mencionó Castro en su discurso en la Junta General de diciembre de 2017. Donde también dijo que “la estabilidad es clave” y ahora lo que han conseguido (los siete) es una ruptura total entre una nueva Junta Directiva muy unida (recordamos que hace un año estaban enfrentados) y el sevillismo de base.
RECTIFICAR. El camino más corto para cerrar la brecha entre mayoritarios y resto del sevillismo es garantizar la modificación del artículo 18 de los Estatutos Sociales del Sevilla FC y blindar el Ramón Sánchez-Pizjuán y la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios. El sevillismo se ha expresado y demanda hechos más que palabras. La pelota está en el tejado de los mayoritarios.
FALTA DE SENSIBILIDAD. El hecho de no contestar durante cinco meses a la Federación de Peñas Sevillistas San Fernando ni a Accionistas Unidos sobre la petición de firma del PACTO POR EL SEVILLA, que recogía la modificación del artículo 18 de los Estatutos Sociales del club con el objetivo de blindar el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios de los especuladores, y el no reconocer que la prioridad absoluta, por interés de todo el sevillismo, era el punto 10º ha demostrado falta de tacto, falta de sensibilidad y falta de atención a lo que verdaderamente preocupaba a todos los sevillistas.
ESTRATEGIA FALLIDA. Los siete máximos accionistas maniobraron de manera errática en la pasada Junta General de Accionistas por:
1) Mantener el punto 10, tras la petición del sevillismo de base de ubicarlo el primero de la Junta al ser el más importante porque trataba de proteger estatutariamente el patrimonio del club.
2) Las intervenciones de José Castro se sostenían en medias verdades.
3) Votar NO al blindaje del patrimonio (33,32%) y abstenerse (57,60%) como manera de camuflar responsabilidades.
Ha sido una estrategia mal ideada, planificada y fallida a todas luces. El sevillismo no se merece esto. El 90,92% que no apoyó blindar el estadio ni la ciudad deportiva faltó al respeto de varias generaciones de sevillistas que durante 102 años (1890-1992, periodo que va desde la fundación del club al año de transformación en SAD) erigieron una entidad, con sus esfuerzos particulares, y construyeron el santuario sevillista y la Ciudad Deportiva.
HACEMOS UN LLAMAMIENTO PARA MANTENER LAS ACCIONES. El cuerpo social del Sevilla FC cuenta hoy con alrededor de 8.000 accionistas que tienen entre 1 y 30 acciones. Hacemos un llamamiento para que mantengan sus títulos y seguir sumando y fortaleciendo un sevillismo de base unido. Trabajamos para ser el 10% del capital social del club a lo largo de 2019. Juntos somos más fuertes”.
Está claro que la lucha entre los máximos accionistas del Sevilla y el sevillismo de base seguirá, mientras sigan escuchándose tambores de una posible venta del club.