Palop entiende el malestar creado por el bajón del equipo. «La afición es soberana. Cuando se ha vendido un proyecto muy ambicioso, además del buen arranque en todas las competiciones, se crean unas expectativas que ahora no se están cumpliendo». Y añade: «Se están acusando las continuas lesiones además de llevar una gran cantidad de partidos jugados y eso, al final, es en lo que menos se piensa a la hora de opinar. La afición siempre ha mostrado un grado enorme de exigencia». El valenciano tiene clara la receta: «Los baches se superan siendo una gran familia, centrándose en lo deportivo y pensando siempre que hay margen de mejora».