El ex meta de San Fernando sabe lo que quiere en su búsqueda de esa competitividad que encontró en Juande Ramos en 2005 y en Unai Emery en 2013. Aquel Sevilla sí se identificó plenamente con su idea de un equipo que respondía a las señas de identidad históricas del club. Su giro al fútbol de posesión de Sampaoli fue un éxito a medias. La pasión del argentino se diluyó en cuanto perdió la pista en la Liga de Barcelona y Madrid. Ahora busca Monchi un perfil que aúne ambos conceptos, bajo la doble premisa, ese paraíso que buscan tanto, de tener mucho el balón y tardar poco en recuperarlo. Quizá José Bordalás, por competitivo y por haber exprimido a la plantilla que ha tenido en el Getafe, fuera un candidato idóneo. Pero tampoco está claro que vayan por ahí los tiros. Recuperar el sello del Sevilla es su obsesión.
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