Fue la sensación absoluta del torneo de Villareal. Ibrahima, la torre del Sevilla, se convirtió en el máximo goleador del torneo (seis tantos) y brilló con luz propia llevando al equipo hispalense hasta las semifinales, dónde cayó con el Barcelona. El tercer puesto supo a gloria para la cantera de nervión. Pero a Ibra el Sevilla no ha podido darle el premio de jugar en Nueva York con el resto de sus compañeros. El hecho de ser musulmán nacido en Senegal desaconsejaba su viaje a Estados Unidos. Conocidos son los problemas que se encuentran algunas nacionalidades para acceder al país americano y el Sevilla decidió que Ibra se ahorrara el trance y dejarlo en casa.
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