Durante la tarde de ayer, causó sorpresa entre algunos aficionados la inclusión en la redacción de la misma de términos como el de ‘Capazorras’, en referencia al grupo de los Biris. La explicación es que resulta una práctica habitual el hecho de que en algunas sentencias, a fin de proteger identidades de los implicados, se cambien los nombres de los mismos. A Ramos, por ejemplo, se le llama ‘Francisco’. Por otra parte, según algunos expertos jurídicos, la sentencia goza de base jurídica suficiente para impulsar la sanción. Otros, en cambio, ven los argumentos empleados por la Audiencia Nacional ‘bastante recurribles’.