El proyecto de Lopetegui, pese a ser casi nuevo, está cuajando más rápido de lo previsto. Los jugadores, la mitad de los cuales también habían llegado este verano, han asimilado los conceptos y lo que parecía un trabajo arduo y de varios meses -al menos, la lógica así lo indica- se está viendo reflejado desde el primer día. A falta de tres o cuatro retoques, alguno de los cuales ya llegará con la Liga empezada, de que respeten las lesiones y de que los pocos errores se perfilen ante Granada y Extremadura, el Sevilla está casi listo para competir y para vérselas con un Espanyol en apenas 14 días.
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