En un partido que pitó a comienzos de marzo de 1991. Un choque que el Sevilla FC terminó ganando por 3-2… a pesar del tanto anotado por Pepe Mel a los treinta segundos en la portería de Gol sur (con uno menos, los béticos erraron una pena máxima que le hubiera permitido no salir de vacío de Nervión). El choque, con las características de un duelo entre vecinos, no tuvo nada destacable… hasta que 48 horas después de su conclusión la entidad bética pidió su repetición. Y todo, porque supuestamente Ramos Marcos habría recibido un dinero en las horas previas para que el resultado quedara atado y bien atado sin que el balón hubiera comenzado a correr. El polémico exárbitro Abilio Caetano Bueno, José Luis Blasco y Juan Manuel Mauduit, antiguo mandatario verdiblanco, eran los supuestos gestores de una trama más propia de una película de Serie B.