El objetivo claro de Monchi en los seis días de mercado de fichajes que restan es intentar disminuir la masa salarial y abrir hueco a más incorporaciones para completar el tremendo lavado de cara de la plantilla. La intención no es otra que la de incorporar un delantero colocando a Dabbur en el mercado, a un central (al menos) dando salida a Sergi Gómez y a Kjaer e incluso fortalecer la portería si a Sergio Rico se le presenta una interesante oferta. Las fichas altas constituyen uno de los principales lastres que las dos últimas planificaciones ha dejado sobre la mesa de Monchi y el principal escollo para que estos futbolistas encuentren acomodo con facilidad. Lopetegui ya sabe que muy probablemente tenga que quedarse con uno de los dos defensores, siendo el danés el que parte con cierta ventaja para poder ser citado o usado en algún momento.