El caso de Dabbur se plantea como inédito: ser vendido sin tan siquiera debutar. No se trata de un descarte basado en su calidad o no como delantero sino en el perfil de ariete que requiere el nuevo entrenador, llegado después de que el Sevilla concretara la incorporación del futbolista. Lopetegui pretende un segundo punta de otras características diferentes a la del goleador israelí y sobre la mesa sigue el nombre de Mariano Díaz, al que tuvo el año pasado en el Real Madrid y que ahora no cuenta para Zidane. El ex del Lyon, curiosamente, estuvo prácticamente fichado por Caparrós el pasado verano, pero el Madrid ejerció su opción preferente. Ahora su precio ha descendido notablemente, pero para su llegada haría falta aligerar la masa salarial y liberar fichas.