Esperaba el Sánchez-Pizjuán una reacción de los suyos ante el Alavés después de la enorme decepción copera. No hubo atisbo de ella. O se quedó a todas luces incompleta. El estadio acabó el choque como lo empezó, con pitos hacia el equipo, que ha pegado un bajón preocupante en sus últimas comparecencias. Y justo en el momento más delicado de la temporada, cuando se definen los objetivos. El Sevilla, tras una primera parte horrenda y una segunda no mucho mejor, fue incapaz de doblegar al conjunto vitoriano, un rival que hizo lo justito para sumar. Joselu adelantó a los visitantes a veinte minutos del final y Ocampos, de penalti, evitó lo que hubiera sido otra sonrojante derrota (1-1).