Anda parte del sevillismo con una mosca detrás de la oreja en forma de sospecha o temor por que el Sevilla de Lopetegui, hasta ahora con paso firme en la temporada, termine por caerse como le sucedió al de Machín hace un año. El 9/21 que acumula el equipo de Nervión es el motivo del miedo, aunque las sensaciones sean bien diferentes a las del curso 2018-19. Si aquel Sevilla arrollaba en casa pero se desmoronó de visitante a partir de enero, el actual es el segundo mejor visitante de la Liga pero está dejando escapar más puntos de los esperados en el Sánchez-Pizjuán. El calendario ha querido que esta semana el equipo hispalense visite al Celta. Igual que hace un año. Tan parecido es el panorama que el equipo de Óscar García lleva desde el 24 de noviembre sin ganar en la Liga.