Unai Emery sigue siendo un entrenador joven y pese a que parece que lleve con nosotros una vida entera, no llega a la década en los banquillos profesionales de primer nivel. Siempre excéntrico hasta el punto de ser histriónico, entre sus virtudes se encuentra el ser un técnico sin dobleces. Es claro y directo en rueda de prensa y cuando siente que algo está desafinado en su concierto, coge la batuta, la agita con energía poniendo en su sitio hasta a los solistas más ‘divos’ de su plantel.