Lo único cierto es que al Sevilla le pilló la suspensión justo cuando había recuperado la competitividad. Lo que salga hoy de esa reunión tendrá ramificaciones en las distintas ligas. Javier Tebas espera que se reanude la española. Y si no se vuelve a jugar habría que adoptar una medida definitiva. En este contexto de absoluta incertidumbre, el Sevilla es tercero en la Liga y tiene su futuro en la Liga Europa en el aire. Pero de trasfondo queda la realidad de que la suspensión llegó justo cuando el equipo de Lopetegui podía confirmar esa competitividad recuperada en dos citas muy esperadas, el cruce con la Roma y el derbi. El empate ante el Atlético de Madrid le dio continuidad al triunfo en el campo del que entonces era tercer clasificado, el Getafe, para que el Sevilla aspirara con fuerza a ser el rey de los otros, con la extraña y agónica victoria sobre Osasuna en medio. El punto de prestigio en el Wanda Metropolitano certificó también una inflexión importante en el comportamiento del equipo sevillista, ya sin Fernando en sus filas, lesionado en la cita anteior frente a los pamplonicas.