En el Sevilla y su entorno hay un importante debate sobre la idoneidad de la solicitud del ERTE. La medida no ha sentado nada bien incluso en el seno del consejo de administración que preside José Castro y ha contado con una fuerte corriente crítica por estar hablando de una sociedad anónima deportiva con 200 millones de presupuesto. Eso sí, cuenta el club con el respaldo de la legalidad, que le ampara en este caso. El club nervionense lo que hizo hace exactamente una semana al anunciar el ERTE fue hacer oficial un «principio de acuerdo» con los jugadores y el cuerpo técnico del primer equipo. Un «principio de acuerdo» no significa que el trato esté cerrado ni firmado, aunque eso sí, cercano. Pero aún faltan algunos jugadores de la primera plantilla sevillista que aún no han dado su total consentimiento al pacto.