El Sevilla tendrá que realizar un obligado reajuste presupuestario ante la irrupción del coronavirus. Las altas instancias del club están hilando fino en ese reajuste. El Sevilla, que nunca agota los topes que marca la LaLiga en coste de plantilla, y controla su cuenta de gastos para que la inversión en fichajes no rebase sus límites, debe medir bien sus pasos. El coronavirus ha traído un nuevo panorama, coincidiendo con el presupuesto más ajustado y ambicioso, el de los 215 millones de euros. Y a esa reducción se tendrá que adaptar el club, tanto en los fichajes como en otros costes, incluida la remuneración del consejo. Es decir, que esa amenaza gubernamental parece más un brindis al sol y lo esperable es que la prometida reducción de sueldo del consejo, distinta al obligado reajuste, no sea otro brindis al sol.