¿Cómo se le pudo pasar por la cabeza a Diego Carlos frenar a Messi? Debería existir alguna regla en el reglamento en la que especificase que lanzarse a ras de hierba con fuerza para adelantarse a tu rival debe ser contemplado con amarilla. Si es ante el 10 del Barcelona, podríamos admitir incluso la roja. Hay que proteger el espectáculo, pero sólo para algunos. ¿Cómo se le ocurre al brasileño provocar a la estrella entre las estrellas? Hay que agradecerle a Leo que fuese a recriminarle al defensor sevillista con los puños cerrados a la altura de la nuez (pomelo en el caso de Diego Carlos). Imaginamos que son cosas del protocolo sanitario. Se saluda con los codos y se empuja con los puños. No voy a caer en la demagogia de hacer saber qué hubiese sucedido si el empujón es al contrario. O sí.