Hay enseñanzas que jamás se deben olvidar. Una de ellas, en clave sevillista, data del 29 de septiembre del año pasado con el Eibar como claro protagonista. El cuadro de Lopetegui, tras una muy buena primera mitad en Ipurúa, se puso fácilmente con un 0-2 en el marcador con los goles de Ocampos, en el minuto 10, y Óliver Torres, en el 32. Como una apisonadora, el Sevilla reventó el sistema de Mendilibar y a punto estaría de hacer más goles ante la resignación de los locales. Sin embargo, y tras el descanso, el Sevilla le dio oxígeno al rival y protagonizó una de las peores segundas partes que se le recuerda en los últimos años.