¿Por qué terceros?

Primero porque si se quiere uno creer que es exigente tiene que hacer cosas de exigente. Hay que ser terceros porque se puede y porque quedar por delante del Atlético de Madrid no es ninguna tontería. Además hay dinero de por medio. Pero hay más razones. Si el equipo se pone las chanclas ya, a 15 de julio, cuando lo normal es que estuvieran volviendo de las vacaciones, sería casi imposible competir de nuevo en agosto por plata. Mejor por tanto engancharse a lo que sea, a esa tercera plaza, para no perder el gusto por la autoexigencia, aunque sea una semana más. El Sevilla es así, así ha querido ser y le ha costado mucho trabajo encontrar su punto.

Ver Noticia

Comparte por Whatsapp esta noticia