El serbio también tuvo el mismo problema cuando, tras la semana de vacaciones que tuvo el Sevilla después de terminar la Liga, no pudo incorporarse a los entrenamientos previos a la fase final de la Europa League. Sin embargo, se unió a la concentración en Düsseldorf en vísperas de la semifinal con el Manchester United. Su caso no tiene tanta emotividad como el de Gudelj, que estuvo separado de la familia sevillista mientras el equipo eliminaba en Alemania a la Roma y el Wolverhampton. Munir sí ha podido entrenar varios días ya con sus compañeros, tras unirse a los entrenamientos el domingo. Y, por lo tanto, no tendrá el emotivo recibimiento con que agasajaron a Gudelj en el hotel de concentración de Alemania. Lopetegui gana con Munir otra opción ofensiva, un revulsivo que ya fue decisivo para cerrar partidos sobre todo al final de la Liga.