Aparte del daño económico que se causa al conjunto de los clubes profesionales y, de forma colateral, a la propia RFEF y al deporte español, al mermarse los ingresos audiovisuales, la cerrazón de la RFEF a la hora de vetar sin argumentos lógicos los partidos en viernes y lunes causa un perjuicio directo a uno de los grandes equipos españoles, el Sevilla, que se ve así tratado injustamente. LaLiga había señalado el partido Cádiz-Sevilla para el lunes precisamente porque este jueves disputa la Supercopa de Europa ante el Bayern. Pero ni por esas, se jugará el domingo.