Lopetegui debe poner en marcha su capacidad de gestor de grupos, de motivador, a sabiendas de que tiene varios casos especiales en ese colectivo de jugadores que tiene a sus órdenes. El parón servirá a Lopetegui para tratar los casos especiales, en particular el de aquellos que se vieron más fuera que dentro y que, por distintos motivos, se quedaron finalmente a sus órdenes. El primero de ellos es Carlos Fernández. Debe resetearse por completo y volver a ilusionarse con defender la camiseta del equipo en el que se ha formado, aunque en el cuadro de Lopetegui no tenga un puesto fijo garantizado. Habrá muchos partidos y oportunidades para que demuestre el talento futbolístico que atesora y lo mental será clave para que rinda como la afición espera. Dos casos también complejos son los de Aleix Vidal y Gnagnon, dado que ambos ni siquiera podrán participar en la Champions.