Como ocurriese en la premiada película Gladiator, en 2011, los gladiadores debían superar los peores escenarios para salir vivos de Circo romano. Soldados pagados por los emperadores y las más temibles bestias. El Sevilla de Julen Lopetegui se ha armado de todo el valor que puede encontrar en su plantilla para no arrugarse en ninguno de esos escenarios que antaño le hacían sentirse sobrepasado. Siempre lo ha intentado, pero habitualmente era aniquilado lejos del calor de los suyos, sobre todo en los grandes escenarios de su propio país. Esa sensación pertenece al pasado. No es que no les tema, es que sale a matar. Y muchas veces lo consigue.