Nueva prueba a la resiliencia de la que tanto habla Julen Lopetegui. El Sevilla vivió ayer una jornada frenética de incertidumbre, nervios, la mala nueva del contagio de Covid-19 de Carlos Fernández y la buena nueva de que el resto de la plantilla en Sevilla dio negativo en los test urgentes que se realizó una vez conocido el positivo del delantero. El delantero de Castilleja de Guzmán se entrenó con normalidad el lunes, junto al resto de compañeros que no han viajado con selecciones. Y la noche del lunes notó síntomas y se lo comunicó al club, que le hizo otro test el martes. Los futbolistas que estaban citados para el entrenamiento matinal de ayer se sometieron a nuevos test PCR para averiguar si alguno se había contagiado. A ese mismo análisis tuvieron que someterse todo el personal del primer equipo que estuvo presente en el entrenamiento del lunes junto a Carlos Fernández: cuerpo técnico, cuerpo médico, fisioterapeutas, utilleros… Por la tarde, el club volvió a comunicar, con una breve nota, que el equipo se había entrenado en una sesión aplazada a las 19:00, con plena normalidad y sin incidencias.