Las acciones deberán seguir siendo representadas por su hijo mayor y vicepresidente, José María del Nido Carrasco, quien igualmente iba a dar el sentido de su voto hacia la actual directiva. Este varapalo puede multiplicarse en la próxima Junta y dejar más arrinconado todavía al inversor extranjero, toda vez que con el cambio en los Estatutos en cuanto a las mayorías, cualquier decisión relevante, como la obra que tenían planteada en el Sánchez-Pizjuán, si accedían al poder, debe ser aceptada por todos los accionistas de peso, no sólo por una mayoría simple. No tienen esos apoyos, por lo que su control sería ficticio. Los actuales dirigentes se protegerán así las espaldas de cara a que 777 Partners tenga el suficiente poder como para controlar los designios del Sevilla. Un grupo que introdujeron los mismos que ahora le cierran la puerta. Un movimiento más, igualmente, de cara a convencer a la familia Del Nido, en este caso al expresidente, para que dé un paso atrás.