Todavía está el Sevilla de Lopetegui en esa búsqueda de sí mismo, de esa identidad que la temporada pasada halló y que lo llevó a firmar una de sus campañas más exitosas, título incluido. Hay cosas muy buenas, pero igualmente están cuestiones muy mejorables que salen a relucir cíclicamente y que, por poner un ejemplo muy claro, hacen que con diez encuentros de Liga disputados haya ya acumulado cuatro derrotas, cuando en la 2019-20 sumó sólo seis en todo el campeonato. En Getafe, una plaza complicada como ya es sabido, el Sevilla debe demostrar que lo del Chelsea y lo del Real Madrid ya pasó a mejor vida y que la cabeza está en lo que tiene que estar. Como viene siendo habitual, las bajas es algo que no deja de estar presente, algo con lo que tiene que convivir un Julen Lopetegui que cada día se enfrenta a una nueva prueba. Ésta es exigente, pues el Getafe no es un rival que pueda llamarse asequible.