No todo es marcar y así lo ha asumido Lucas Ocampos, aunque no ha sido fácil. La figura principal figura a nivel ofensivo del Sevilla la pasada temporada lleva sólo cuatro goles en la presente, tres en LaLiga y uno en la Supercopa allá por el mes de septiembre, y esto le generaba ansiedad al argentino. Este es el año de su confirmación y siempre es más complicado porque los rivales ya conocen a Ocampos. Es de los futbolistas que más faltas recibe del campeonato y la llegada de Suso le desplazó a la banda izquierda. Pero es un jugador fundamental para el Sevilla, posiblemente el más determinante y desequilibrante aunque no firme los registros goleadores de su primera temporada en Nervión. Y Ocampos lo ha entendido.