Ahora, la situación con Carlos Fernández puede tornar en compleja e incluso derivar en un problema si no saliera finalmente en esta ventana. No en vano, cabe recordar que el punta, que renovó en 2018, termina contrato dentro de un año y medio, en junio de 2022, por lo que afrontaría el mercado venidero en su último año de contrato, lo que restaría fuerza al Sevilla a la hora de negociar. Cabría la posibilidad de renovarle si no se marcha en enero pero en su tesitura actual tendría lógica que el futbolista no quisiera ampliar su vinculación.