Marko Dmitrovic ha pisado este domingo el Ramón Sánchez-Pizjuán por primera vez como sevillista. El serbio no podía ocultar la felicidad en su estreno ante los medios oficiales: «Muy feliz, de verdad. Era un objetivo y un sueño llegar a un club tan grande. Tras cuatro años en Eibar era el momento perfecto para dar un paso gigante en mi carrera, encontrar un club que compite siempre para estar en lo más alto y jugar competiciones europeas, así que muy feliz, de verdad».
«El Sevilla es un club que tiene todo lo que quería yo. Estoy muy adaptado a la vida en España, a LaLiga y era un momento perfecto para dar un paso adelante. Quería quedarme en LaLiga y estar en un equipo que lucha por títulos, que juega la mejor competición europea. Es un club que sigue creciendo año tras año y tiene la misma ambición que yo. Estoy convencido de que no he podido encontrar un sitio mejor que Sevilla».
«La competencia con Bono será muy bonita. Todos sabemos que Yassine es un gran portero, que lleva un año y medio a un nivel brutal aquí y es una persona muy buena. He podido hablar con él un par de veces, me saludó antes de venir aquí y eso es un detalle que demuestra su humildad. He hablado con él cuando éramos rivales y tengo una opinión buena de él. Profundamente no lo conozco, pero tendremos tiempo de conocernos. Es un gran portero y eso nos va a servir a los dos para mejorar. Vamos a competir por un puesto muy exigente y los beneficios serán para el club. Intentaremos dar los dos todo lo que el míster pida de nosotros. Yo soy ambicioso. Cada jugador quiere jugar y yo elegí el Sevilla porque sé que tengo opciones de competir por el puesto. Lo voy a hacer desde el primer día y voy a dejarlo todo para cuando me toque jugar, ayudar a conseguir los objetivos de una temporada muy ilusionante».