El principal problema para que Romaric pueda recalar en el Zaragoza es económico. Tiene una ficha alta y el Sevilla no quiere desprenderse de él ahora sin obtener ningún beneficio. De salida ha fijado un precio de 2,5 millones de euros, que es la cifra que existía en el contrato de opción de compra que poseía el Espanyol y que no pudo ejecutar. El Real Zaragoza tampoco podría llegar a esa cifra, pero sí pagar alguna cantidad no superior al medio millón de euros para lograr su fichaje. Además está descartada una cesión, ya que Koffi Ndri Romaric finaliza su vinculación con el Sevilla en junio del 2013. Por lo tanto, habrá que negociar.