Julen Lopetegui se marchó a su tierra al día siguiente de terminar LaLiga, sin reunirse con los dirigentes sevillistas para, no sólo dilucidar el futuro de la plantilla, sino el suyo propio.
El motivo es que ambas partes se han dado un tiempo para valorar si quieren o no seguir un cuarto proyecto juntos.
Fundamentalmente se lo está pensando el técnico, que no estaría de acuerdo con la revolución que pretende Monchi, sacando a jugadores esenciales (Diego Carlos ha sido el priemro) y trayendo un tipo de futbolista más joven y con físico, que requeriría un periodo de adaptación.
La venta de Diego Carlos a las primeras de cambio, ha sido la primera señal recibida por el entrenador.
Julen y Monchi se sentarán en unos días, quizás la próxima semana, y dilucirán si quieren o no continuar juntos.