A pesar de traerse la victoria del campo del Espanyol, el Sevilla FC no tendrá un buen recuerdo del arbitraje de Cuadra Fernández, ya que, además de pitar un penalti muy dudoso, cargó de tarjetas al conjunto sevillista.
Erik Lamela fue el primero en ver la tarjeta roja por «realizar una entrada a un adversario de manera temeraria en la disputa del balón», según el acta del colegiado.
Pero la cosa no se quedó ahí, ya que en la misma acción fueron expulsados Pablo Sanz, primer ayudante de Julen Lopetegui, y Juan Martagón, delegado del Sevilla FC, por protestar de forma airada la cartulina al argentino.
Para más inri, Fernando vio una cartulina amarrila por «retrasar su salida del terreno de juego tras ser atendido con ánimo de perder tiempo», cuando se pudo comprobar por las imágenes de TV, que el brasileño estaba visiblemente mareado.