Emery considera estos partidos en Sudamérica como una buena piedra de toque antes de arrancar la competición oficial el próximo 1 de agosto. «Para nosotros es un partido en el que, dentro de la preparación, es muy competitivo y nos va a medir de cómo somos capaces de empezar y de nivelarnos a un equipo como la Católica en su casa».